Cantabria es infinita, así lo reza su eslogan turístico desde hace años. Desde Laredo hasta San Vicente de la Barquera y desde Santander hasta Reinosa nos encontramos infinidad de atractivos turísticos como son playas, montañas, pueblos, ríos, museos, iglesias, etc…
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No podemos irnos sin recomendaros algunos de los pueblitos más bonitos de esta provincia, muchas veces desconocida, y que nos sorprenderán por su belleza. En la zona de la costa son muy recomendables Castro Urdiales con su espectacular iglesia dominando el Mar Cantábrico; Laredo con su extensísima playa; Santoña con toda su historia de navegantes; Santander, la ciudad, donde perderse paseando por sus calles es un placer; Suances, una villa marinera donde sus playas y su gastronomía destacan; Santillana del Mar, imprescindible de visitarla; Comillas, una villa noble con edificios espectaculares como el Capricho de Gaudí; San Vicente de la Barquera, un hermosísimo pueblo marinero con castillo e iglesia monumental.
Si nos adentramos en su interior, dejando la costa y sus playas, descubriremos pueblos espectaculares como Potes, en medio de los Picos de Europa hacen de esta localidad un atractivo turísitico para miles de personas cada año; Reinosa, con su excelente gastronomía y sus amables gentes; Bárcena Mayor, donde recorrer sus calles es viajar en la máquina del tiempo; la Vega de Pas, donde aún podemos encontrar gentes viviendo al estilo de hace 100 años.
Y seguiríamos hablando de las maravillas de Cantabria, sus cuevas, sus acantilados, sus rutas (también gastronómicas), pero los mejor es que vayáis a conocer esta fantástica provincia en el norte de España y se lo contéis a vuestros amigos con una lata de anchoas de Santoña en medio.