Este año decidimos pasar unos días en Buenos Aries, Argentina. Pero como ya conocíamos lo que ellos llaman Capital Federal, que es el distrito capital del país, decidimos hacer un recorrido por el resto de la provincia que nos habían comentado que era sumamente hermosa y se puede apreciar mucho más la esencia y el folcklore argentino que todo el mundo relaciona principalmente con el Tango, pero en realidad la figura del “Tanguero” corresponde solo a la capital y no al interior del país donde el emblema es el “Gaucho”.
Primeramente como salimos del aeropuerto de Barajas e íbamos a pasar una semana preferimos ir al aeropuerto con nuestro automóvil y utilizar algún servicio de parking larga estancia y aquí quisiera hacer un alto para recomendar el servicio de parking larga estancia de Lomcar que nos trataron de una forma muy amable y nos salió muy económico. Agradecimientos dados sigo contando nuestro viaje a Buenos Aires.
Lo primero que decidimos fue alquilar un automóvil para poder transitar las rutas de Buenos Aires y poder ir donde quisiéramos. La primer reserva que hicimos fue para pasar dos días en una estancia en Arrecifes, un pueblo a 160 km de la Capital Nacional. Allí pudimos hacer cabalgatas y disfrutar de la comida casera autóctona, recomendamos además del típico asado, las empanadas criollas que son un manjar. En la ciudad de Arrecife además pueden disfrutar del deporte nacional de Argentina, que no es el fútbol, sino el pato, consiste en un deporte ecuestre donde se arrojan una especie de pelota con algunas modificaciones (unas manillas) desde donde la agarran los jinetes y la van pasando por el aire hasta llegar al aro donde se debe embocar (es una explicación algo pobre, pero es en esencia de lo que trata el deporte, seguramente tendrá técnica y otras reglas que desconozco). Me comentaron que el deporte se llama “pato” porque antiguamente se practicaba revoleando…patos!!, pero por suerte para los patos el gaucho evolucionó y ahora revolea pelotas. Además en Arrecife disfrutamos del río, el museo automovilístico y la plaza, todo muy lindo.
Después de esos dos días retomamos hacia la ciudad capital y fuimos parando en los pueblos que encontramos de camino. Entre ellos podemos citar a Capitán Sarmiento, donde paramos a comer un extraordinario almuerzo campestre y visitamos la casa del artesano.
Otra parada que hicimos fue en San Antonio de Areco, donde nos alojamos en unos bungalows y asistimos a la fiesta de la tradición, disfrutamos de un hermoso día donde vimos la demostración de Destrezas Criollas y hasta asistimos a un fotón tradicional con músicos en una “pulpería” que vendría a ser el bar o pub del gaucho del 1800. La pulpería de Areco dicen que es el escenario de uno de los pasajes de la novela de Ricardo Güiraldes “Don Segundo Sombra”.
En la ruta de vuelta se pueden encontrar puestos sobre la ruta donde venden manjares típicos como salamines, queso de campo, mermeladas y varias conservas más. De ellas disfrutamos durante los dos días que pasamos en la Capital antes de volver a Madrid.
Para el próximo viaje nos queda conocer la Patagonia Argentina que es una verdadera belleza. Ya les contaremos.