El Parque Nacional Yapacana localizado en el Estado Amazonas, al sur del País tiene más de cuarenta años siendo considerado uno de los mejores destinos en los confines más alejados del país, pero de esos sitios que valen la pena visitar; con una inmensa extensión de más de 350.000 hectáreas de terreno.
Este Parque Nacional debe su nombre principalmente al Cerro Yapacana, que se constituye como el eje central y natural del mismo; lo mejor de todo ello es precisamente la visual que destaca, con una forma de meseta o Tepuy que se eleva por encima de los 1200 metros de altitud. Con una temperatura en la zona de mínimo 13 o 14 grados centígrados y bastantes posibilidades de lluvias constantemente es recomendable que vayamos preparados al estar de visita en este hermoso parque, llevando una chaqueta o impermeable, además de un buen calzado, recomendablemente algún calzado de tipo bota larga
La zona de alrededor está formada por bosques altos y frondosos con árboles de hasta 35 metros de algo, lo que hace que los rayo del sol penetren poco en la parte inferior, sin embargo, al estar allí debido a que algunos logran penetrar obviamente la densa vegetación nos dará un paisaje increíble y mágico. Los guías de la zona con los que estemos acompañados porque cabe destacar que no podremos explorar la zona a solas a menos que seamos personas cualificadas y con conocimientos del área y previo permiso de las autoridades que protegen el parque, nos darán una explicación de mucha de la flora de la zona, llamando más la atención que muchos de los arboles allí presenten datan de tiempos prehistóricos según estudios realizados por científicos nacionales e internacionales.
La fauna silvestre de alrededor es rica en diversidad, es posible observar reptiles de diferentes tipos y anfibios, entre los que más destacan la famosa rana roja venenosa, su fama además de su mortal veneno se debe al hecho de que en este parque nacional es el único sitio en el mundo donde se encuentra, también veremos mamíferos como la danta y varias especies de monos como el capuchino y el mono cebus.